Hermanos y colegas: cómo llegaron Tati y Rafa García Juanicó a ser DJs, sus mejores experiencias y su vida en Sarapura

myimage

Dicen que la pasión se lleva en la sangre y estos Sarapura DJs pueden comprobarlo. Ellos son Tati y Rafa García Juanicó, dos hermanos que empezaron tomando caminos distintos pero el destino los llevó a encontrar la profesión de su vida en el mismo lugar: detrás de la cabina. Hoy, comparten la música como colegas y admiten que ser competencia no sería opción.

Para Carlos “Tati” García Juanicó, todo empezó a los 14 años con un proyecto junto a dos compañeros de colegio. Mientras uno eligió seguir abogacía y otro se transformó en cura, él sabía que su pasión -después de algunas idas y vueltas- se iba a convertir en su profesión. “Arranqué a los 14 con fiestas en casas, después salones y boliches, y cuando empecé a estudiar me fui al mundo de los eventos”, recuerda.

Cuando cumplió 20 años, las imposiciones y estereotipos de esa época lo llevaron a replantearse sus objetivos. Decidió estudiar medicina y, mientras los días de semana cursaba, los sábados volvía a su verdadero amor: pasar música. “A veces me encontraba en la cena de un casamiento repasando patología, pero nunca perdí la conexión con la música”, explica. Se recibió como médico pediatra y a los años llegó la propuesta de crear una empresa de musicalización, diseño y producción de eventos disruptiva. No dudó en apostarlo todo.

Rafa, por su parte, veía a Tati -su hermano mayor- como un modelo a seguir, aunque su viaje hacia las pistas tampoco fue muy directo. Para él, la música no era más que un hobby y trabajar como DJ parecía algo lejano. “Éramos muy diferentes: a mí de chico me gustaba mucho la iluminación, entonces empecé a encarar desde ese lado. Pero de repente supe que no era por ahí y acá estamos”. 27 años después, ambos comparten la misma pasión y siguen creciendo con Sarapura.

La magia de la música: la capacidad de crear momentos únicos

Si hay algo que apasiona a los hermanos García Juanicó es la capacidad de generar felicidad a través de su trabajo. “Van pasando los años y no se pierde la magia de un enganche bien puesto, la gente gritando, de ser parte de un momento en el que todo es felicidad”, cuenta Tati, y revela que es una sensación apasionante y viciosa de la que a veces cuesta salir. 

Y si la felicidad es compartida, mucho mejor: “Cuando Rafa fue creciendo y se fue metiendo en la música, fue divino. Compartir con alguien que amás una profesión como esta, crecer y trabajar juntos a partir de las virtudes que tenemos es maravilloso. Agradezco poder hacerlo con él”, confiesa Tati.

Por otro lado, Rafa revela cómo es compartir la cabina con su hermano: “Tati es un colega muy generoso en su forma de compartir sus recursos, su experiencia y su música. No es lo mismo poner música con él que con cualquier otro DJ, porque él aporta mucho valor y te ayuda a complementar lo que estás haciendo”.

Del consultorio a la cabina: la capacidad de percibir más allá de la profesión

Tanto Rafa como Tati comparten “cierta sensibilidad hacia la gente” que los ayuda al momento de pasar música en cada evento. Según cuentan, ambos llevan en su genética una capacidad especial de percibir emociones y necesidades, y lo demuestran a la perfección cuando se adueñan de la consola.

Tati, además, carga con esta sensibilidad especial gracias a su profesión anterior: la pediatría. “Los chicos no hablan mucho, entonces uno tiene que basarse muchas veces en la percepción. Es raro, pero estoy convencido de que esa sensibilidad finalmente se transmite a cualquier plano de la vida. Y creo que la capacidad de percibir es el mejor don que puede tener un DJ”, explica.

Hitos inolvidables 

El talento, la experiencia y la versatilidad de ambos DJs se reflejan en los logros y experiencias únicas que fueron viviendo a lo largo de los años. Entre las fiestas más memorables, Tati destaca su paso por la Bombonera. Fue el DJ encargado de musicalizar la previa de un partido de Boca Juniors para festejar un campeonato. Él, hincha apasionado de este club, viajó directamente desde una fiesta en Catamarca para no perderse la experiencia de su vida. 

Sin dormir pero lleno de emoción, vivió una hora de completa conexión con el público xeneize. “Tenía una vista 360° de personas gritando y justo arriba de mi cabina estaba Coppola, que me alentaba desde su lugar. Es de lo mejor que me pasó”, afirma. 

Su experiencia con los Rolling Stones también entra en el podio de las mejores. Uno de los mayores desafíos para el DJ fue pasar música en una fiesta privada para la icónica banda. La presión de decidir qué canciones poner para que cada uno disfrute el evento desapareció por completo cuando Tati lo vio a Mick Jagger bailar gracias al trabajo que él estaba haciendo detrás de la cabina. Sin dudarlo, el cofundador de Sarapura admite que fue una de sus fiestas favoritas y más recordadas.

Ambos DJs tuvieron la oportunidad de viajar y llevar la experiencia Sarapura a diferentes puntos del país y del mundo, donde el mayor hito es la reacción de los invitados. “La gente de afuera no puede entender lo maravilloso de que la fiesta no pare nunca y haya 5 o 6 horas de baile”, explican los hermanos García Juanicó.

Uno de los destinos más recientes fue Inglaterra, donde Tati pasó música arriba de un barco en el río Támesis y en la ciudad de Bath. “Fue tan bueno lo que se generó que en la última fiesta -que terminaba a las 2 de la mañana- me subieron a un bondi, me llevaron a un after y seguimos como 4 horas más. Les gusta lo que hacemos, nos fue muy bien”, cuenta.

Playlists by Tati: creando el mood perfecto para cada evento

Cuando la pasión por la música trasciende las fiestas, aparecen nuevos espacios para explorar, canalizar conocimientos y hacer feliz a la gente. Tati encontró en las plataformas musicales una manera de llevar la emoción de las fiestas a distintos eventos y momentos del día. “Empecé a ponerme del otro lado y preguntarme: ¿Qué me gustaría estar escuchando cuando estoy trabajando, corriendo o en el auto?”. Esas preguntas funcionaron como disparadores para crear diferentes playlists que hoy, en Spotify, logran musicalizar eventos y momentos de cualquier persona que decida poner “play”.

En estas playlists se suele encontrar bastante de su estilo musical: la música electrónica y todo tipo de grooves que provoquen ganas de bailar. “Eso me genera una muy buena vibra”, afirma Tati. 

En equipo es mejor: la experiencia de Tati y Rafa en Sarapura

A pesar de las experiencias individuales y las preferencias de cada uno, tanto Rafa como Tati encuentran en Sarapura algo único: el poder del trabajo en equipo, el apoyo de una familia de aproximadamente 90 personas y la posibilidad de crecer y proyectar a lo grande.

“Como empresa te da un montón de oportunidades y te permite crecer. Decir que ponés música en Sarapura te infla el pecho, es algo que realmente no se genera en todos lados”, explica Rafa. Para él, tanto el factor humano como la presencia de un equipo completo y experimentado son elementos clave para que un evento sea exitoso y él, como DJ, siga creciendo en lo que hace. 

Tati, por su parte, agrega: “Sarapura es sinónimo de venir a trabajar contento y compartir con un montón de gente. Encima, todo se corona con una fiesta cada fin de semana. Soy un afortunado, tenemos un trabajo divino”.

Con muchos proyectos en mente, Rafa, Tati y todo el equipo detrás de Sarapura apuntan a seguir expandiendo su trabajo. Hace tiempo dejaron de ser un grupo de “chicos que pasan música”: apostaron a formar una verdadera empresa y tienen muchos desafíos por delante. 

Transformar fiestas en Europa, trabajar en el mundo del streaming y enamorar al público estadounidense son algunos de los proyectos que nuestro gran equipo tiene en mente y, Tati y Rafa en particular, perciben como un gran desafío que los motiva a seguir trabajando codo a codo.

Volver a Noticias